San Vicente Mártir es el patrón de Valencia y hoy os vamos a contar desde la escuela de español, quién fue y el motivo por el cuál es el patrón de la ciudad de Valencia. Su nombramiento como patrón de la ciudad fue designado por Jaume Primer, el conocido por los valencianos como el conquistador de Valencia tras vencer a los musulmanes y devolver las tierras valencianas a los crisitanos. Según cuenta la leyenda de la conquista de la ciudad esta se llevó a cabo gracias a la intervención de San Vicente Mártir y es por esto que el Rey Jaume I en agradecimiento lo nombró protector de la ciudad de Valencia. Aunque no sólo es patrón de la ciudad, sino también del gremio de sastres y modistas, una fiesta que en conjunto se celebra el 22 de enero.
Este santo murió en Valencia sin renunciar a sus creencias y a su fe tras diversas torturas en el año 304. Una época complicada para la cristiandad pues el mundo romano politeísta no aceptaba una doctrina como la del cristianismo. Es por ello que los crisitanos fueron perseguidos por multitud de emperadores romanos. En el caso de San Vicente Mártir fue el emperador Diocleciano quien lo capturó y torturó.
Aunque también se le conoce como Vicente de Huesca por la localidad en la que nació fue un clérigo español encargado de predicar la fe junto con el obispo Valero de Zaragoza, quien afectado por una enfermedad en el habla era ayudado en los discursos por San Vicente.
La historia cuenta que el gobernado Publio Daciano ordenó su captura y traslado a Valencia. Lugar dónde el obispo Valero fue condenado al destierro y Vicente fue martirizado hasta que finalmente el día 22 de enero falleció tras las numerosas torturas a las que fue expuesto
Aunque nunca se llegará a saber dónde comienza la realidad y finaliza la leyenda, su martirio, como tantos otros comienza en la cruz. Dónde fue azotado y desgarrado además de rotos sus huesos. Todavía vivo y ante la imposibilidad por parte de sus verdugos de que renunciara a su fe Publio Daciano ordenó que fuese desollado y colocado en una parrilla, para luego ser arrojado a una mazmorra dónde finalmente murió sin llegar nunca a renunciar a su fe cristiana.
La leyenda cuenta que su cuerpo se arrojó al río Turia con una piedra de molino, pero que las aguas lo devolvieron a las orillas, recibiendo finalmente sepultura en la basílica de San Vicent de la Roqueta, dónde se mantuvo su culto durante gran parte de la época islámica.
A día de hoy, además de conmemorar su muerte con una fiesta local, Valencia conserva unos restos arqueológicos correspondientes a la cárcel en la que estuvo encerrado San Vicente Mártir.
Aunque poco turística, la Cripta de San Vicente es uno de los lugares más mágicos que se pueden encontrar en Valencia. Situada en la Plaza del Arzobispo, 3 se encuentra dentro de un edificio en el que anteriormente se ocultaban las cárceles de la ciudad. En una de dichas cárceles fue dónde estuvo preso San Vicente Mártir.
Según los datos actuales, se sabe que en el siglo XIV existió una capilla dedicada al santo mandada edificar por Jaume I. Ahora en el espacio en el que se ubicó aquella capilla, podemos encontrar restos arqueológicos de gran valor y una representación multimedia que cuenta la historia de una parte de la ciudad de Valencia tan poco conocida como es la Cripta de San Vicente Mártir.