Dulces típicos en Navidad
La navidad está llena de platos y dulces típicos que tu paladar no se puede perder si quiere disfrutar de estas fiestas tan mágicas en España. Como en casi todos los países del mundo, España se llena de tradiciones y dulces que desde hace unas semanas ya se pueden encontrar en muchos mercados, supermercados y pequeños comercios de todas las ciudades de España.
Para no perdernos nada de esta tradición vamos a realizar un recorrido por los dulces navideños más importantes no sólo de Valencia, sino de toda la península, pues cada vez es más fácil encontrar en nuestras tiendas dulces de otras partes de España.
Empezaremos por el dulce más típico y conocido mundialmente, que además se fabrica en tierras valencianas para acabar por el resto de la geografía española. Es evidente que cada región tendrá sus dulces, de modo que os traeremos el aroma de los más tradicionales y típicos en estas fiestas navideñas que están a la vuelta de la esquina.
Turrón. Es el dulce valenciano por excelencia, el que no puede faltar en ninguna mesa o evento familiar en Navidad. Aunque hay muchísimas variedades de turrón, el más tradicional se elabora con miel, azúcar, claras de huevo y almendras. En cuanto a su textura hay quien lo prefiere blando y otros duro, pero si hablamos de turrón en Valencia siempre tenemos en mente el turrón de Jijona. Para un valenciano no hay mejor turrón que el de esta localidad alicantina y su textura y tradición se siente en cada bocado.
Polvorones. Este es otro de los dulces que aparece en todas las mesas. No hay restaurante de la ciudad que no invite a estos dulces en las fiestas navideñas junto con una mistela para saborear la uva dulce valenciana. De los más famosos son los que se fabrican en Estepa, el municipio sevillano que se enorgullece de su pasado y que lleva desde 1743 endulzando las navidades de muchos españoles.
Mantecados. Al igual que los polvorones, es en Estepa y Antequera donde estos dulces son elaborados con más tradición en España. A diferencia de los polvorones los mantecados están elaborados con manteca de cerdo que les confiere una textura menos seca de lo que pueden parecer los polvorones.
Mazapán. De origen toledano y heredado de los tiempos musulmanes está formado por almendras peladas y azúcar. En Valencia es un dulce también muy querido, pero lo solemos asociar más con el día 9 de octubre. Eso no quita que también esté en nuestra mesa los días de celebraciones en Navidad.
Roscón de vino. Aunque no tan querido en todos los hogares, el roscón de vino se elabora con vino dulce y frutos secos, además de harina y, del mismo modo que el mazapán o los polvorones, es un acompañamiento ideal en las sobre mesas de las copiosas fiestas navideñas.
Alfajor. Desde el siglo X se tiene constancia de este dulce de origen andalusí y que es muy querido y consumido en la zona de Murcia, Málaga y Cáceres, siendo los de Valverde del Camino en la provincia de Huelva los más apreciados. Se cuenta que los macarons franceses tienen su origen en este dulce español, que fue exportado por los conquistadores a tierras latinoamericanas, y que, en países como Argentina y Paraguay, tienen sus propias versiones que son en ocasiones más conocidas que las propias españolas. Este sería el dulce menos típico, pero que también se puede encontrar en algunas localidades.
Roscón de Reyes. Si todavía no has endulzado suficiente tu paladar, dejamos el roscón de reyes para la última de las fiestas navideñas, pues indica el final de las celebraciones y se consume el día de los reyes magos el 6 de enero.
Se trata de un dulce relleno de nata y cubierto de frutas confitadas con forma de rosca gigante. Lo interesante de este dulce es lo que esconde en su interior. Entre su relleno de nata se oculta un haba “faba” como la llamamos los valencianos y un rey. La tradición dice que si te toca el haba tienes que pagar el roscón y si te toca el rey, el resto de los invitados a la fiesta deben rendirte pleitesía. De manera que es un dulce peligroso si no se tiene conocimiento de esto, pues siempre hay alguien que ha perdido un diente por un bocado mal dado.